Los caños de plomo.

Cómo es este material

El plomo es un metal gris opaco, compacto y muy pesado. El que se usa para fabricar caños de agua debe ser de máxima pureza (99,8%), sin aditivos ni materiales extrañas, pues perdería ductilidad y maleabilidad.
El plomo de calidad, al ser golpeado emite un sonido apagado.
El color brillante y el sonido metálico indican que tiene impurezas.

Cómo son estos caños

Según qué espesor tengan sus paredes, los caños de plomo se clasifican en “livianos” y “pesados”.
Los de diámetro más pequeño (hasta 1 ½”), se venden en rollos de hasta 50 kg de peso (para evitar su aplastamiento).
Los caños de diámetro mayor se proveen en “tirones” rectos de 2 a 2.50 mts de largo.
Ventajas: Es un material muy maleable, fácil de trabajar y de conformar. Se lo puede curvar para hacer cambios de dirección y aumentar un poco su diámetro (abocarlo) sin que se fisure.
Se suelda con relativa facilidad.
No requiere accesorios de conexión.
Es recuperable, ya que el plomo usado se puede volver a fundir.
Desventajas: Forma incrustaciones en sus paredes interiores, lo cual va disminuyendo su sección útil.
Se aplasta y perfora con facilidad.
Es muy pesado para manipular y transportar.
Ciertos países y organismos internacionales ponen algunos condicionamientos para su utilización para conducción de agua potable.